Enfermedad del ojo seco causada por infecciones virales1
Durante una infección viral, el sistema inmunitario innato del huésped detecta productos virales para activar vías de defensa innatas, promover la inflamación y la apoptosis, y reducir la proliferación celular.
SARS-CoV-2
Virus de la inmunodeficiencia humana (VIH)
Virus de la hepatitis C
Son virus que inducen inflamación y síndrome seco, desencadenando cambios morfológicos y funcionales en la glándula lagrimal y la superficie ocular.
SARS-CoV–2
Debido al uso constante de cubrebocas, resultado de la pandemia por el virus SARS-CoV-2, la enfermedad del ojo seco se ha vuelto más común.
El aumento de los síntomas de malestar en la región ocular ha dado lugar a un nuevo término llamado ojo seco asociado a cubrebocas (OSAC).
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Una encuesta realizada a 6925 participantes chinos que usaron cubrebocas durante ≥6 meses, reveló que el 7.9 % de los participantes desarrolló OSAC.
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Los sujetos que usaron cubrebocas de forma continua mostraron un aumento en el OSDI (Índice de enfermedades de la superficie ocular) y una disminución del tiempo de ruptura lagrimal, acompañados de un aumento de células T, leucocitos y células natural killer en la superficie ocular.
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Estos datos sugieren que el uso de cubrebocas puede amplificar la respuesta inmunitaria en la superficie ocular.
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Un intervalo de parpadeo más prolongado exacerba la evaporación de las lágrimas y, en consecuencia, aumenta el riesgo de desarrollar enfermedad del ojo seco. En pacientes con COVID-19 que presentan síntomas de malestar en la región ocular, los tiempos de ruptura de la película lagrimal disminuyen.
VIH
Las estructuras y funciones de las glándulas exocrinas, incluidas las glándulas salivales y lagrimales, se ven dañadas en la infección por VIH.
La etiología de la enfermedad del ojo seco en pacientes con VIH suele deberse a una infiltración linfocítica mediada por el VIH en los conductos lagrimales.
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Un estudio de caso clínico informó que la glándula lagrimal izquierda de un paciente infectado por VIH muestra una infiltración inflamatoria densa, compuesta de linfocitos, células plasmáticas y células endoteliales.
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La maduración crónica promueve la secreción de citocinas, lo que contribuye a una reducción en la producción de lágrimas.
Virus de la hepatitis C
El virus de la hepatitis C y la enfermedad del ojo seco tienen una relación causal directa.
Las manifestaciones de la infección extrahepática crónica por este virus incluyen ojo seco, que provoca inestabilidad de la película lagrimal y daño a la superficie ocular.
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Un estudio recogió 36 muestras de lágrimas de pacientes con ojo seco y 21 muestras de lágrimas positivas para el ARN del virus de la hepatitis C.
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Los pacientes con infección por hepatitis C tienen inflamación corneal, lo que contribuye a la enfermedad por ojo seco.
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La infección aumenta los niveles de proteínas de factores proinflamatorios, incluidos IL-6, IL-8 y TNF-α, en las células corneales y los fibroblastos conjuntivales.
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Los síntomas de ojo seco incluyen una producción reducida de lágrimas, conun aumento de OSDI y tensión corneal.
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Los pacientes con infecciones virales pueden presentar manifestaciones oculares concomitantes. La disminución de los síntomas del ojo seco puede ayudar a mejorar la calidad de vida.